El alcantarillado es un sistema de infraestructura crucial en áreas urbanas y rurales para la gestión eficiente de las aguas residuales y pluviales. El alcantarillado urbano consiste en una red de tuberías, estaciones de bombeo y plantas de tratamiento que recolectan, transportan y tratan las aguas residuales antes de su descarga en cuerpos de agua. Por otro lado, el alcantarillado pluvial se encarga de captar y drenar el exceso de agua de lluvia, previniendo inundaciones y minimizando el riesgo de daños en las áreas urbanas.

El mantenimiento adecuado del sistema de alcantarillado es esencial para garantizar su funcionamiento óptimo y prevenir problemas como obstrucciones y colapsos. Además, el tratamiento de aguas residuales contribuye a la protección del medio ambiente y la salud pública, evitando la contaminación de fuentes de agua potable. Para lograr un alcantarillado eficiente y sostenible, es necesario implementar prácticas de prevención de inundaciones, promover el uso responsable del agua y fomentar la conciencia sobre la importancia de este sistema de infraestructura.